El poder de la hortaliza
Hoy me siento bien, y es que lo bueno de estar tarada es que cada día anula el anterior, y si no que se lo pregunten a mi amigo el de la katana, que salía de su casa con gesto de “pero a qué coño vienen esas caras?”. Supongo que también estoy contenta porque no estarlo es agotador.
Y porque el sábado a las 7 de la mañana estaba relatando mis penas a la mejor persona que conozco, a la única a la que a estas alturas puedo seguir dándole la brasa porque no es capaz de mandarme a la mierda, y me parecí una triste.
Y porque el viernes se las contaba a mi padre a medio día y cuando me dijo que esto va por días me ofendí y pensé”qué sabrás tu del sufrimiento humano, este dolor es infinito y durara por siempre jamás” y por la noche me estaba descojonando hasta de mi sombra.
Y porque estoy como un canasto, de eso ya no cabe duda.
Y porque aunque a veces me siento una piltrafilla a la que todo el mundo puede patear y que depende de unas palabritas cariñosas regaladas con desgana, otras veces pienso qu
e molo mogollón, y el que quiera prescindir de mi que le den por saco, se va a perder unos chistes buenísimos porque soy una cachonda.
Y porque esta mañana con el bote del desayuno he comprado phoskitos.
Y porque me gusta que la gente se interese por mi y no se queden con la primera impresión, que siempre es horrible, pero odio mucho más a los que se quedan con la segunda que suele ser buena, pero buena a lo tonto, sin sustancia. Y los que quieran solo a la elena de buen rollo tendrán elena a medias, tendrán una calcamonia.
Y porque he decidido que los que quieran arrancarme un cachito de corazón y luego verme sonreír sintiendo sus manos limpias, lo tendrán, porque ya pesará sobre sus conciencias que hicieron daño a quien solo quiso estar ahí para lo que fuera.
Y porque hoy me voy a comer un filetazo, que la vida independiente esta muy cara y me lo puedo permitir muy poco.
Y porque sé que se me quiere, aunque sea así, otros lo tienen peor.
Y porque ayer recordé que mi raspa es muy sensible, que con la mala ostia que se gasta se me olvida y yo tengo que estar fuerte para comerme a quien le sople.
Y porque mirando el lado bueno, aunque a veces las pocas personas que parece que me entienden y
me hacen sentir humana se piren corriendo como gallinas ponedoras, por lo menos sé que existen.
Y porque llega la temporada buena pal gazpacho y en invierno no sé cómo se hace pero en verano para ser feliz sólo hace falta gazpacho. ¿O no Willy?.
Y porque el sábado a las 7 de la mañana estaba relatando mis penas a la mejor persona que conozco, a la única a la que a estas alturas puedo seguir dándole la brasa porque no es capaz de mandarme a la mierda, y me parecí una triste.
Y porque el viernes se las contaba a mi padre a medio día y cuando me dijo que esto va por días me ofendí y pensé”qué sabrás tu del sufrimiento humano, este dolor es infinito y durara por siempre jamás” y por la noche me estaba descojonando hasta de mi sombra.
Y porque estoy como un canasto, de eso ya no cabe duda.
Y porque aunque a veces me siento una piltrafilla a la que todo el mundo puede patear y que depende de unas palabritas cariñosas regaladas con desgana, otras veces pienso qu

Y porque esta mañana con el bote del desayuno he comprado phoskitos.
Y porque me gusta que la gente se interese por mi y no se queden con la primera impresión, que siempre es horrible, pero odio mucho más a los que se quedan con la segunda que suele ser buena, pero buena a lo tonto, sin sustancia. Y los que quieran solo a la elena de buen rollo tendrán elena a medias, tendrán una calcamonia.
Y porque he decidido que los que quieran arrancarme un cachito de corazón y luego verme sonreír sintiendo sus manos limpias, lo tendrán, porque ya pesará sobre sus conciencias que hicieron daño a quien solo quiso estar ahí para lo que fuera.
Y porque hoy me voy a comer un filetazo, que la vida independiente esta muy cara y me lo puedo permitir muy poco.
Y porque sé que se me quiere, aunque sea así, otros lo tienen peor.
Y porque ayer recordé que mi raspa es muy sensible, que con la mala ostia que se gasta se me olvida y yo tengo que estar fuerte para comerme a quien le sople.
Y porque mirando el lado bueno, aunque a veces las pocas personas que parece que me entienden y

Y porque llega la temporada buena pal gazpacho y en invierno no sé cómo se hace pero en verano para ser feliz sólo hace falta gazpacho. ¿O no Willy?.