martes, enero 17, 2006

Qué, cómo y cuándo. El chupito

Cuando eres camarera hay varias cosas que te hacen ser más atractiva, el sólo hecho de estar tras la barra ya hace estragos, amén de la muestra gratuita de carne al por mayor en la que ni entro por lo obvio, pero si además tienes una cara de asco tipo Victoria Beckham, mezcla entre tener bajo tu nariz un palito impregnado en mierda y de estar pensando “sois todos imbeciles”, eso es algo a lo que ningún hombre puede resistirse.

Existen otros métodos de aumento del atractivo, todos ellos heredados de las películas americanas sobre bares de carretera, como por ejemplo colocar los vasos siempre con un golpecito en al barra, tirar las chapas de los refrescos a distancia o devolver el cambio sin mirar a la cara... Uno de los momentos en que un camarero/a puede mostrar más facetas de su atractivo es al preparar chupitos. No es necesario saber hacer acrobacias con la botella a lo Tom Cruise, ni saber llevar 5 vasos en una mano, basta con colocar los vasos de chupito sobre la barra, cuantos más y con más golpe los coloques mejor, echar los hielos en la coctelera con mala leche, coger las botellas y verter su líquido en al coctelera cogiéndola del cuello y dándole un cuarto de giro de muñeca más del necesario...no sé si me explico. Una vez puestos todos los ingredientes, agitar con fuerza y llenar los vasos pasando una y otra vez con el chorro sobre ellos, nada de por orden, nononononooo! con esto se cae la mitad del combinado pero queda muy molón. Es importante hacerlo todo con cara de asco, el atractivo de un camarero/a es una combinación entre lo borracho que este el cliente, la cantidad de luz del bar y lo mal que le trates, directa, indirecta y otra vez directamente proporcional respectivamente.


Para el cliente medio, ya sea el amigo gorrón, el pijo machito o la bandada de adolescentes sedientos de inhibición, los chupitos suponen un momento (o varios) estelar de la noche. Según de qué sea el chupito puede significar en efecto un punto de inflexión en el transcurrir de la noche y de acercamiento al camarero/a de turno. Para el camarero los chupitos siempre son un coñazo, porque además de perder tiempo y dinero los tienes que probar, forma parte del ritual. Rechazarlo es prácticamente imposible dada la pesadez del cliente típico consumidor de chupitos.

Los chupitos se pueden dividir en los siguientes tipos:


1-.El chupito gratis: este es le que te ofrece un cubano musculado por las calles cuando vas con tu grupo de amigas emperifolladas, “les apetese un chupito plinsesas?”. Esos chupitos son generalmente rojos, están preparados en una jarra de tang, y suelen ser ...tang.

2-. El chupito barato-adolescente: se caracteriza por ser una mezcla mortal de todas las bebidas alcohólicas con un poco de lima... para que pase. El fin de estos chupitos son la borrachera rápida y barata. Se caracterizan por sus nombres ridículos, generalmente sexuales para hacer de reir a la juventud, tipo”cojón de mico” o “te quiero follar”, y se pide tras una larga discusión arto risible “pídelo tu”, “ que no tu”, “jajaa que dices tio! Va! pídelo tu si tienes cojones”. Y ahí que va el más chulo” me pones 5 te quiero follar?” y la camarera con cara de siesa, que ni se inmuta te calza 5 vasos de lejía. Estos chupitos suelen pagarse a escote y con monedas pequeñas, incluso de las rojas.

3-.El chupito adulto de machote gilipollas: Y digo gilipollas porque un chupito-machote consiste en un trago pequeño de whisky o tequila que no cuesta nunca menos de 2 euros cuando una copa llena de la misma sustancia te cuesta en el mismo lugar 4.50 o 5. El ataque a la camarera en estos casos es más supuestamente elegante y sutil. Parte del atractivo del tipo que pide un chupito-machote es que nunca te paga con menos de 50 euros y que suele ir con americana. Estos chupitos se toman en grupos más reducidos, generalmente de dos personas, dos “machotes”que te piden la marca más cara que se saben. Es muy común el chupito de tequila reposado, tu miras el bordado de la camisa y si es autentico dices que no tienes de eso, si es falso pones tequila José Muermo y de dejarlo reposar ya se encargan ellos.

4-. Existe otra clase de chupitos que son los de las góticas rebeldes: estos te los piden parejas de chicas completamente ebrias, vestidas de negro, pintadas de negro, con las uñas negras, guantes negros...y generalmente llorando. Este tipo de chupito suele ser vomitado allí mismo, al lado de la barra.

5-. Por último esta el chupito del profesional: son los que los camarero de un mismo garito se preparan para ellos, siempre el mismo porque son profesionales y no mezclan. En ocasiones sobra alguno para algún cliente vip al que se le deja sentirse por un trago parte del grupo, se beben con jolgorio y gritando muchas veces y muy alto “hoy nos lo hemos ganao”

El ritual de toma del chupito es de las primeras cosas que se aprende cuando se sale de fiesta. Desde fuera de la barra la idea es pedirlo con firmeza, tomar chupitos denota claramente determinación, madurez y machotismo, esto a cualquier edad y en cualquier clase social o tribu urbana. Es de gente “enrollada” ofrecer/obligar al camarero a tomarse uno contigo, y ahí se determina si el camarero es “enrrollao” o es un rancio. Una vez servido, se brinda, se choca, se grita, se quema, se agita, la payasada que toque según el chupito... a más edad mayor sobriedad en esta parte del ritual. Luego se bebe de un solo trago y aquí hay que distinguir según el tipo de chupito:

1-. El chupito-gratis, te deja indiferente, recordemos que es tang.

2-. El chupito-adolescente se bebe echándote la mitad por encima (lo que muchas veces te salva al vida) y después se dice un “aaaaagg!” mientras se menea la cabeza hacia los lados como un perro al salir de un charco. En ocasiones después de la ingesta algún miembro de grupo sale corriendo hacia la calle y permanece allí un rato.

3-. El chupito-machote se bebe igualmente de un trago, sin dejar nada en el vaso, importante dato este porque si dejas algo rapidamente serás atacado con un “acaba eso maricón”, y no esta permitido ningún gesto de sufrimiento, sólo y en caso de no haber dejado ni una gota, esta permitido dejar el vaso sobre la barra con más golpe del normal y poner cara de estreñido durante unos segundos.

4-. Como ya he dicho el chupito de las góticas rebeldes directamente se pota y se sigue llorando.

5-. El del profesional se bebe con cara de “y van quince!” vamos, con la misma cara que se pasa el paño por la barra, de indiferencia, de esto es el pan nuestro de cada dia... los chupitos son mi estilo de vida

En cualquiera de los casos si el camarero ha consumido chupito se le dice SIEMPRE “tio eres un crack” o “eres un crack hijo de puta”, si es camarera... tipiqueces del tipo “me tienes que decir que comes para dárselo a mi novia” o “si haces así los chupitos como haras otras cosas...” así con cara de soy-super-pillín-que-fuerte-lo-que-he-dicho.


Si lo que quieres es ser un camarero de los muy muy atractivos debes despreciar al cliente en todo momento, sin caer jamás en la debilidad de dar las gracias o devolver un sonrisa.

Más y mejor del mundo del chupito.

martes, enero 10, 2006

Y vuelta!


Se acaban las navidades y se llevan con ellas al calvo que se sopla la mano, al gordo que trepa ventanas(última moda en decoración navideña), los niños histéricos, la solidaridad, los telemaratones para apadrinar niños y las yemas de santa teresa.

Se acabaron los excesos permitidos, los anuncios de turrones, de muñecos meones, de perfumes que enamoran, de latas de uvas peladas... vuelve a faltar un año para ver las masas embrutecidas abrazadas a la botella desde las 9 de la mañana repitiendo una y otra vez que han ganado tanto dinero que no saben cuanto es en euros, falta de nuevo un año para ver al señor que cuida del reloj de la puerta de sol, que ni el de los anillos le pone tanto misterio. Se acaba el espumillón y la entrega masiva de calendarios en bares y fruterías, se acaban los cotillones, los matasuegras y las suegras vivas.

Tres semanas llevo escuchando a todo el mundo decir que odia las navidades... “a ver si se acaban ya”, “no me gustan nada estas fiestas”, “me parece todo tan falso, que mierda de navidades”, “no soporto a mi cuñado”, “en estos días me pongo como triste...”

Inciso: "hacer la pascua": joder, "felices pascuas": ????

Pero ¿qué ocurre?, que ya se han acabado, que volvemos a la rutina, volvemos a madrugar, al trabajo, a intentar comer poco (más poco aún que antes de navidad por aquello de los festivales de polvorones que nos hemos pegao), volvemos a los atascos, el olor a sobaco del autobús, la vieja que te mira mal porque no le cedes el sitio... y el rumor ahora dice “que ganas de descansar”, “necesito unas vacaciones”, “que ganas de juntar tres diítas e irme por ahí... a la playa!”, “hoy me voy a dar un homenaje”.

Apuesto a que en septiembre todo el mundo estará harto de verano, de aglomeraciones en las playas, de gritos de niños, tierra en los ojos y de timos en el numero de estrellas de hotel.



¿Quién quiere furbys teniendo ascensores?