miércoles, junio 22, 2005

Teo se enamora

Hay veces que una circunstancia puntual hace que pierdas días, incluso meses de tu vida obsesionado por algo, sin ser tu mismo, sin poder dar un paso adelante y en ocasiones sin siquiera querer darlo. Las cosas del amor son así, absurdas, inmaduras a pesar del paso de los años (siempre se termina haciendo alguna sandez ) y cíclicas, terroríficamente cíclicas.

De repente un día miras atrás y ves una montaña rusa, arriba, abajo, arriba, abajo...cada vez que has estado arriba todo es perfecto, las flores huelen más y mejor, la lluvia es romántica, la nieve más, la ropa te sienta mejor, estas más guapa...cuando la montaña tira para abajo (de golpe, casi siempre de golpe) no ves salida, no la buscas tampoco, la lluvia te deprime, la nieve te hace llorar, el culo te crece y evitas mirarte a los espejos por no ver la cara de ajo que arrastras.

Ya me referí el otro día a la tarde que pasé revisando carpetas viejas, pues entre otras cosas encontré una carta escrita a una amiga hace 9 años, eran ni más ni menos que 3 folios muy espesos, sin puntos ni comas, se veía el ansia por vivir y lo enamorada del amor que andaba yo. Contaba que estaba completamente enamorada de 3 chicos, si si, completamente de los 3, ¿para que andar escatimando amor?. Que si pasaban de mi, que si parecía que me miraba uno, que si al otro le miraba yo, que si yo creo que esta por otra, en fin el sufrimiento típico de un pavazo en toda regla. Lo lamentable del caso es que miro mi vida de ahora, y la de mis vecinos, y la de mis amigos... y seguimos siendo igual que hace 9 años, sin los granos, sin las carpetas forradas de sensación de vivir, sin miedo a la selectividad, pero igualitos.

Sólo hay una diferencia, importante diferencia. La primera subida de tu montaña rusa la vives de una manera que jamás volverás a vivir, llegas más alto de lo que incluso eres capaz de disfrutar, te desborda, te salen corazones por las orejas, flores por el culo, tonterías por la boca para aburrir a tu madre, a tu padre, a tu hermano...el guarrazo de este primer amor es caída libre, sin seguros, paracaídas, ni siquiera un colchoncito de esos de aire para amortiguar el ostión, más tarde ya vas invirtiendo en infraestructura, ni subes tan alto ni bajas tan deprisa. Se me ocurre que se parece un poco a montar en bici, haced un recorrido fotográfico desde vuestra primera aventura en bici sin ruedines hasta le viaje al curro de esta misma mañana, menos emocionante ¿verdad?

De todos modos la que nace tonta tampoco tiene demasiada solución, ahora parezco un power ranger, en cuanto a infraestructura se refiere, las ostias siguen doliendo, pero vamos aprendiendo a cuidarnos por dentro ( como Coronado). En la última aventura peligrosa que viví(peligrosa no, mortal de necesidad, que es que también yo...), todo el mundo aconsejaba, todo el mundo se creía con derecho a decir si estaba bien o no, si me equivocaba o dejaba de equivocarme, si El era o dejaba de ser un cretino...y yo ahí, como gladiator, manda cojones. En fin, también recibí buenos consejos, pero esos tenían que ver conmigo y no en El. Un gran amigo me dio el primero y más valioso, “guardate siempre algo tuyo, disfruta mucho pero conserva tu trocito, por lo que pueda ocurrir” no le hice ni puto caso claro, pero sabe que lo intenté y que me acordé de el y del consejo muchas veces. Algún día os hablare de este amigo mío, y haréis club de fans.

Aquí me despido, planta 1º verano, sol, miraditas, palabritas...y subiendo!

martes, junio 14, 2005

Un limón y medio limón

Ayer estaba pululando por la cocina cuando vi una naranja,. Así de primeras encontrarse con una naranja no tiene mayor trascendencia, pero yo que me caracterizo por mi dramatismo y por mi insensata cabecita melodramática sin comerlo ni beberlo me encontré fantaseando sobre la fruta y el amor. Y es que.. ¿de donde viene eso de que todos tenemos nuestra media naranja? Y si todos tenemos nuestra media naranja, eso nos convierte a cada uno de nosotros en una media naranja claro, media naranja que pasa la vida buscando su otra media, personalmente me parece una ginkana muy jodida. Para los que creemos, creíamos o esperamos volver a creer algún día en el amor la idea de las naranjas me parece cruel, sería más humano ampliar el concepto a todos los cítricos o incluso a todas las frutas, incluidos frutos secos. A mi la naranja se me hace demasiado dulzona, prefiero encontrar mi medio pomelo. También los hay que se consideran sólo un gajo y tienen que encontrar al resto, y he oído que luego los van enterrando por ahí, como los perros... eso es un mundo aparte, recomiendo la técnica del armadillo. La misma que usais cuando se acerca ese tipo de camisa (de sedilla) por dentro, sudor en la frente y grupo de amigos coreando detras y dice "hola guapa ¿como te llamas?" y tu oyes "quiero ser tu medio melón ".

Yo me suelo enamorar de higos chumbos, alguna que otra castaña... frutos punzantes en general, de manera que yo que me considero pistacho cada dia tengo más papeletas para ser el que todo el mundo devuelve a la bolsa, el pistacho cerrao. (parafraseando aquí a mi amigo Pablo y su articulo sobre los pistachos con reposición).

Dado el espesor que me invade esta mañana pongo aquí punto y final. Tengo mucho pendiente que contar pero hoy mi cerebro es puritito engrudo no más.