Teo se enamora
Hay veces que una circunstancia puntual hace que pierdas días, incluso meses de tu vida obsesionado por algo, sin ser tu mismo, sin poder dar un paso adelante y en ocasiones sin siquiera querer darlo. Las cosas del amor son así, absurdas, inmaduras a pesar del paso de los años (siempre se termina haciendo alguna sandez ) y cíclicas, terroríficamente cíclicas.
De repente un día miras atrás y ves una montaña rusa, arriba, abajo, arriba, abajo...cada vez que has estado arriba todo es perfecto, las flores huelen más y mejor, la lluvia es romántica, la nieve más, la ropa te sienta mejor, estas más guapa...cuando la montaña tira para abajo (de golpe, casi siempre de golpe) no ves salida, no la buscas tampoco, la lluvia te deprime, la nieve te hace llorar, el culo te crece y evitas mirarte a los espejos por no ver la cara de ajo que arrastras.
Ya me referí el otro día a la tarde que pasé revisando carpetas viejas, pues entre otras cosas encontré una carta escrita a una amiga hace 9 años, eran ni más ni menos que 3 folios muy espesos, sin puntos ni comas, se veía el ansia por vivir y lo enamorada del amor que andaba yo. Contaba que estaba completamente enamorada de 3 chicos, si si, completamente de los 3, ¿para que andar escatimando amor?. Que si pasaban de mi, que si parecía que me miraba uno, que si al otro le miraba yo, que si yo creo que esta por otra, en fin el sufrimiento típico de un pavazo en toda regla. Lo lamentable del caso es que miro mi vida de ahora, y la de mis vecinos, y la de mis amigos... y seguimos siendo igual que hace 9 años, sin los granos, sin las carpetas forradas de sensación de vivir, sin miedo a la selectividad, pero igualitos.
Sólo hay una diferencia, importante diferencia. La primera subida de tu montaña rusa la vives de una manera que jamás volverás a vivir, llegas más alto de lo que incluso eres capaz de disfrutar, te desborda, te salen corazones por las orejas, flores por el culo, tonterías por la boca para aburrir a tu madre, a tu padre, a tu hermano...el guarrazo de este primer amor es caída libre, sin seguros, paracaídas, ni siquiera un colchoncito de esos de aire para amortiguar el ostión, más tarde ya vas invirtiendo en infraestructura, ni subes tan alto ni bajas tan deprisa. Se me ocurre que se parece un poco a montar en bici, haced un recorrido fotográfico desde vuestra primera aventura en bici sin ruedines hasta le viaje al curro de esta misma mañana, menos emocionante ¿verdad?
De todos modos la que nace tonta tampoco tiene demasiada solución, ahora parezco un power ranger, en cuanto a infraestructura se refiere, las ostias siguen doliendo, pero vamos aprendiendo a cuidarnos por dentro ( como Coronado). En la última aventura peligrosa que viví(peligrosa no, mortal de necesidad, que es que también yo...), todo el mundo aconsejaba, todo el mundo se creía con derecho a decir si estaba bien o no, si me equivocaba o dejaba de equivocarme, si El era o dejaba de ser un cretino...y yo ahí, como gladiator, manda cojones. En fin, también recibí buenos consejos, pero esos tenían que ver conmigo y no en El. Un gran amigo me dio el primero y más valioso, “guardate siempre algo tuyo, disfruta mucho pero conserva tu trocito, por lo que pueda ocurrir” no le hice ni puto caso claro, pero sabe que lo intenté y que me acordé de el y del consejo muchas veces. Algún día os hablare de este amigo mío, y haréis club de fans.
Aquí me despido, planta 1º verano, sol, miraditas, palabritas...y subiendo!
De repente un día miras atrás y ves una montaña rusa, arriba, abajo, arriba, abajo...cada vez que has estado arriba todo es perfecto, las flores huelen más y mejor, la lluvia es romántica, la nieve más, la ropa te sienta mejor, estas más guapa...cuando la montaña tira para abajo (de golpe, casi siempre de golpe) no ves salida, no la buscas tampoco, la lluvia te deprime, la nieve te hace llorar, el culo te crece y evitas mirarte a los espejos por no ver la cara de ajo que arrastras.
Ya me referí el otro día a la tarde que pasé revisando carpetas viejas, pues entre otras cosas encontré una carta escrita a una amiga hace 9 años, eran ni más ni menos que 3 folios muy espesos, sin puntos ni comas, se veía el ansia por vivir y lo enamorada del amor que andaba yo. Contaba que estaba completamente enamorada de 3 chicos, si si, completamente de los 3, ¿para que andar escatimando amor?. Que si pasaban de mi, que si parecía que me miraba uno, que si al otro le miraba yo, que si yo creo que esta por otra, en fin el sufrimiento típico de un pavazo en toda regla. Lo lamentable del caso es que miro mi vida de ahora, y la de mis vecinos, y la de mis amigos... y seguimos siendo igual que hace 9 años, sin los granos, sin las carpetas forradas de sensación de vivir, sin miedo a la selectividad, pero igualitos.
Sólo hay una diferencia, importante diferencia. La primera subida de tu montaña rusa la vives de una manera que jamás volverás a vivir, llegas más alto de lo que incluso eres capaz de disfrutar, te desborda, te salen corazones por las orejas, flores por el culo, tonterías por la boca para aburrir a tu madre, a tu padre, a tu hermano...el guarrazo de este primer amor es caída libre, sin seguros, paracaídas, ni siquiera un colchoncito de esos de aire para amortiguar el ostión, más tarde ya vas invirtiendo en infraestructura, ni subes tan alto ni bajas tan deprisa. Se me ocurre que se parece un poco a montar en bici, haced un recorrido fotográfico desde vuestra primera aventura en bici sin ruedines hasta le viaje al curro de esta misma mañana, menos emocionante ¿verdad?
De todos modos la que nace tonta tampoco tiene demasiada solución, ahora parezco un power ranger, en cuanto a infraestructura se refiere, las ostias siguen doliendo, pero vamos aprendiendo a cuidarnos por dentro ( como Coronado). En la última aventura peligrosa que viví(peligrosa no, mortal de necesidad, que es que también yo...), todo el mundo aconsejaba, todo el mundo se creía con derecho a decir si estaba bien o no, si me equivocaba o dejaba de equivocarme, si El era o dejaba de ser un cretino...y yo ahí, como gladiator, manda cojones. En fin, también recibí buenos consejos, pero esos tenían que ver conmigo y no en El. Un gran amigo me dio el primero y más valioso, “guardate siempre algo tuyo, disfruta mucho pero conserva tu trocito, por lo que pueda ocurrir” no le hice ni puto caso claro, pero sabe que lo intenté y que me acordé de el y del consejo muchas veces. Algún día os hablare de este amigo mío, y haréis club de fans.
Aquí me despido, planta 1º verano, sol, miraditas, palabritas...y subiendo!