martes, febrero 09, 2010

TALMENTE



Ayer volví al instituto, pero no al mío, a otro que esta mucho más lejos. Y no es que me haya hecho profesora, ni que haya sacado unas oposiciones de bedel, no, es que estoy estudiando FP. Si, después de pasarme todo el instituto diciendo que jamás volvería a aprenderme nada, y pasarme cinco años de carrera prometiéndome quemar los libros al acabar, ahora vuelvo al ruedo, con menos ganas que nunca. No se que me pasa.

El caso es que ayer tenía exámenes, dos para ser exactos.

Había olvidado que en los institutos, los profesores no saben usar los… no saben usar nada. Solo saben repartir folios a una velocidad considerable, (chapándose el dedito eso si, que así cualquiera pero, que asco) y mandar callar como una madre, da igual la edad que tengan los alumnos. “CHSSSSSSST CHICAAASSSSS…..”, casi despierta el pavo que ya duerme dentro de mi y le grito ”DEJAME EN PAZZZZZZZZZZZ”.

Había olvidado también el aspecto que tiene un examen de instituto, escrito a Olivetti a la que le falta la “m”, la “p” sale borrosa y los ejemplos de cómo marcar la opción de respuesta correcta no casan en los cuadraditos… en fin un lujazo.

Me senté al final de clase con mi bolígrafo rechupao y esperé a que empezase la fiesta. Y entonces fue cuando recordé que también había olvidado lo desesperante que puede llegar a ser un examen de instituto para una viejarruca como yo, acostumbrada a hacerlo todo a mis anchas, a mi ritmo y sin molestias alrededor.

Me disponía a empezar a escribir cuando se escuchó - profeeeeeeeeeee, ¿en la primera pregunta hay que contarlo todo como viene en los apuntes o lo resumimos?- y la “profe” (que ya solo llamarla así me hacia sentir gilipollas) - pues hombre tu cuéntalo como mejor sepas- y la “niña” – ya profe pero es que en los apuntes es súper largo y solo nos has dado dos folios- …la profe se acerca a ella y le susurra algo que en mi imaginación suena así como “pon lo que te salga del culo bonita pero cállate de una puta vez”.

A los pocos minutos mientras yo trataba de descifrar ese maldito examen de dudosa sintaxis y abundantes redundancias, que parecía escrito por el mismísimo Niki: ” tal y como hemos visto anteriormente y refiriéndonos a lo previamente expuesto, explica, con tus palabras pero de forma comprensible..” DIOS! Haz la puta pregunta ya!!. Se vuelve a oir – señooooo (¿seño? Esto ya es mucho para mi) ¿tenemos que poner el nombre en todas las hojas?-

Y así, ridícula y lentamente se sucedieron cuatro horazas de examen. Cuando llegué a la mesa para entregar el examen y la “seño” me preguntó como había salido la cosa me dieron ganas de decirle “ FASSSTUOSO”