lunes, octubre 24, 2005

Juegos de poder

Iba en el autobús, venia cansada de pasar todo el día fuera de casa cuando el destino me regalo uno de esos momentos por los que merece la pena vivir. Doble ración de reality en una sola noche.

Yo estaba sentada en esos "nuevos" asientos desplegables que hay enfrente de la puerta de atrás, medio dormida con el ronroneo del motor y el murmullo del autobús a rebosar. Tenia 45 minutos de sopor por delante, cuando oi...” pues es que no entiendo donde esta el problema...”, despegué mi barbilla del pecho y miré delante mía. Había una chica de unos 20 años, quizá menos. Vestía pantalones de pinzas negros, zapatitos de punta negros, chaqueta tipo chanel de cuadros burdeos y un pañuelo de gasa atado al cuello, el pelo... ni que decir tiene que llevaba una de esas coletas lánguidas que tanto se llevan ahora en determinados sectores de la población, flequillo hasta la boca y la cabeza permanentemente torcida para mantener al menos un ojo despejado.

Tras ella, un chico regordete, con náuticos, pantalón docker beis (de los que hacen culo de pan de hogaza), camisa de cuadros y jersey, muy prieto, verde botella con su correspondiente bordadito en la tetilla izquierda, el pelo rizado tipo “mar picado” al puro estilo Gallardón.

Ella se sentó a mi lado con cara de indignación, y fui apagando mi mp3, la situación prometía... El se quedó de pié rozando levemente las piernas de la chica con sus muslos en un gesto cariñoso. Trató en un par de ocasiones de acariciarle el pelo y ella siempre respondía con una sacudida de cabeza en plan “quita mosca!”. La cara del chico era de desesperación y de prevenir la catástrofe que irremediablemente se le venía encima.

Yo mantuve mi cara de cansancio, me esforcé en no cambiar el gesto y en seguir moviendo la pierna al ritmo de una música que ya no existía. Un trabajo bien hecho para no despertar sospechas y que los acontecimientos se pudiesen suceder sin alteraciones externas.

Después de una lucha entre te-acaricios y ni-me-toques-con-tus-sucias-manos, EL exclamó “es que no lo entiendo”. A partir de ahí el aguantarme la risa fue duro. Comenzaron un conversación... Esta conversación:

Ella: ¿es que no te das cuenta que me siento mal?
El (con cara aún esperanzada): pero ¿por qué?
Ella: Pues porque quedo contigo porque TENGO QUE quedar contigo, porque te llamo porque TENGO QUE llamarte, te contesto los mensajes porque TENGO QUE contestarte los mensajes... y no puedo más!
El (muy lógico): no tienes que hacer nada de eso, hazlo sólo si quieres
Ella: ¿Pero es que no lo entiendes?, si no lo hago me siento mal, tengo cargo de conciencia. He intentando lo nuestro pero no puedo más!
El: Y... cuando me llamaste ayer para que fuese a verte, ¿era también por obligación?
Ella: ¡Es que no entiendes nada! Eso es súper egoísta por mi parte!! Y me da cargo de conciencia, y no puedo más. Tengo cargo de conciencia contigo, cargo de conciencia con mis padres, cargo de conciencia con mis hermanos, cargo de conciencia con ICAI (tela marinera), no doy lo que se espera de mi!!
El: Pues ayer cuando me pediste que fuese a verte no parecía mentira y yo pensaba que nos iba bien y que estabas contenta.
Ella(gritando un poco, desesperadita): Porque yo lo he intentado, que salga bien pero no sale!! Y claro, todos pensáis que como soy monisima soy mala, pero también tengo conciencia eh! Y me siento mal.

A estas alturas de la conversación, el chico ya estaba convencido de que el culpable de todo era el, que su comportamiento hacia ella había provocado el desastre y ella empezaba a relajarse convencida de que lo más difícil ya había pasado, cuando...

El: ¿Podemos bajar aquí y hablar un rato?
Ella: ¡Pues no!
El: Pero... ¿por qué? No puedes dejarlo así sin más, podíamos hablar un rato (lloroso)
Ella: No puedo, empieza gran hermano y además tengo que estar en casa antes de las 10 o si no mis padres...
El: Hay tiempo de sobra, gran hermano empieza a las 10 solo quiero hablar un rato, quédate 10 minutos y llegas a tu casa de sobra o llámame luego.
Ella(indignada): Pues hombre! Una hora desde la universidad a mi casa me parece muy fuerte!! No puedo quedarme. ¿ves? Siempre estas igual “quedate un rato”, “llámame antes de acostarte”, “mándame un mensaje luego” (poniendo voz de urraca).

Y de repente grita agobiada:

- ¡¡¡¡Bájate ya!!!!

El pone cara de acojonado y dice:
- bueno, te acompaño y así tenemos tiempo de hablar un rato más
- que nooooo!

Estuvieron un rato en silencio, el con los ojos brillantes, ella con cara de victoria y de querer que el tiempo volase. Sólo le faltaba solucionar el hecho de que ese pesado seguía ahí y su parada ya se había pasado. Le miro, con cara de ofendida:

Ella: ¿qué te pasa ahora?
El: no...nada, que no lo entiendo, que...
Ella: ¿qué?
El: que si me dejas, yo me quedo sin nada.
Ella: ¿sin nada? Tienes miles de cosas...(sin ganas, o posibilidad, de enumerar ni una)
El: nada
Ella: ¿y que quieres que haga?
El: no se...
Ella: si quieres sigo fingiendo, y con cargo de conciencia! Si quieres sigo intentándolo!!, eh! ¿quieres?¿quieres que siga fingiendo?
El(lo que es el amor): si...
Ella: A pues muy bien, claro, si claro ¿no te das cuenta que no puedo?

Con las mismas ella se levantó y se bajó del autobús, el cogió su mochila rápidamente y saltó del autobús cuando las puertas ya se cerraban, perdiendo el culo detrás de aquella encantadora joven.

martes, octubre 18, 2005

Caracol sin concha


Me mudé definitivamente el viernes. Llegué a casa y recogí todo, algunas cosas sólo las escondí, trataba de que aquello pareciese por primera vez en hogar, cenar de forma acogedora e ir preparando la casa para la fiesta del sábado.

Quedaban aún unas horas para la cena cuando acabé de ordenarlo todo y pensé aprovechar para ir pintando el techo de la cocina. Saqué el bote de Bermellón plástica, el palo para remover y la mezclé con algo de agua. Busqué el rodillo grande y su recipiente mojador-escurridor correspondiente. Cogí la escalera de la terraza, la llevé a la cocina y empecé a pintar.

El rodillo grande era demasiado grande para sostenerlo con mis bracitos... saqué de la caja el rodillo pequeño, y dejé el grande en remojo en la bañera. Fui de paso a por un paño mojado, para las posibles gotas del suelo.

Continué pintado cuando una parte de la anterior pintura del techo se quedó pegada al rodillo, tuve que hacer algo de masa reparadora para tapar el hueco antes de seguir pintando, utilicé yeso blanco, el barreño verde pequeño y una espátula mediana. A continuación busqué un poco de lija para darle a la parte reparada y que agarrase la pintura.

Eran las 9 y no había terminado el techo, pensé recoger, preparar algo de cena y terminar de pintarlo a la mañana siguiente. Busque el disolvente para limpiar todo el material utilizado, la lejía para limpiar las manchas de la bañera y la fregona para el suelo.

Volví a la cocina y decidí hacerme una ensalada, busqué la LECHUGA y los TOMATES en la nevera, miré en las baldas de abajo para coger la ENSALADERA, la SAL, el ACEITE y el VINAGRE. Me iba a dar el gustazo de acompañarla con un huevo frito con jamón y una CERVECITA con LIMÓN, así que saqué la SARTÉN, un chorrito de ACEITE, saqué el HUEVO de la nevera y un poco de JAMÓM, la presentación es primordial para disfrutar de un buen plato, así que busqué el mejor de mi VAJILLA.

Saqué un vaso lo llené de agua fresca y me senté frente a la tele... Después de diez minutos dándole vueltas a la cabeza, llamé a mi madre... “ ¿me invitas a cenar? No tengo de NADA mamá, hace mucho frio y esta todo por el medio...”

lunes, octubre 10, 2005

INDAHOUSE (todojunto)

No tenia demasiadas ganas de salir, pero la conciencia después de 4 fines de semana sin tomarme una copa empezaba a atormentarme:

- Jelen! Chst!!!!!!! Oye...perdona, despierta que tienes 26 años titi, sal no?
- Déjame coño!!!! que tengo sueño
- Esto.....perdona no quiero molestarte pero... va anda! levanta y date una vuelta por ahí ¿no?
- joderrrrrrr, maldita conciencia!!! Callate coño y dejame dormir que llevo un mes sin pegar ojo.

Me dormí un rato, estaba rendida, tanto rodillo, tanta lija y tanto niño muerto me tiene molida... pasaron diez minutos cuando sonó el teléfono...

- ainsss ¿si?
- Ya que bajas tráeme las llaves de casa (la veci)
- ves? La gente esta por ahí, levántate, pégate un ducha y tira a la calle (mi conciencia)
- grrrrr......voy (mi cabreo)

Me senté un rato en la cama y pensé... “bueno, seguro que te lo pasas bien, no seas rancia”, seguí pensando...”lo cierto es que el concierto ese... me trae al pairo y la gente...” y continué...”venga va, si es aquí al lado, bajo , estoy un rato y me subo, total si me quedo aquí seguro que pasa algo estupendo y yo me lo pierdo”. Escopetada para el concierto, que ya llego tarde.

Cuando llegué estaban acabando con un tema “ en contra de la violencia de todo tipo, ¡¡¡mas follar y menos sangre!!!!!”, que rezaba tipo Bebe, tipo todo...”sois muy malos, no me pegues, no me insultes, no seas malo, jopelines...” Sentí una arcadita, suave, controlable.

Después de la última vinieron las “otras” (canciones y arcadas), “otra! otra!” coreaba...uno. Para terminar un nuevo tema del grupo “...puta sociedad, lalalalá”, mmm...que preciosidad.

Por último y como colofón, invitado sorpresa, uuuuoooooh!!!!. Uno de esos tipos que andan encorvados, con artrosis en las manos y que escupen al micrófono mientras te insultan.

Y mi conciencia: ¡Ostia! no sabia que había raperos
Y el rapero: muchas gracias, bienvenidos, en la casa!!!
Y mi silencio: ya están con la casa de los cojones, ¿qué casa?, ¿qué dice? ¿no será la mía que esta recién pintada?
Y el rapero: Aquí estamos pa darle caña, con el 56 y con el 14!
Y yo a mi vecina: ¿Esto es un concierto o la tómbola?
Y el rapero: ei ei ei eiiiiii cabronessss!!!(tu padre!), si siii , aquí estamos chavales, si siiiiiii
Y yo (por lo bajini): hay que ver lo contento que esta este de estar aquí y lo arrepentida que estoy yo, lo que es la vida...
Y mi conciencia: Esto... yo que sé! Ya esta acabando, ahora las cañitas que son lo divertido.
Y el rapero: En la casaaaa! Con el 8!!!
Y yo, flipando...: a que al final me llevo el perro piloto...
Y el cantante: Le damos la bienvenida a la nueva componente corista Elvira!!!
Y todos: Yujuuuuuuuu
Y el rapero: ...(ruidos variados)

Fin del concierto, reírme lo que es reírme, me había reído... Vamos a tomar unas cañas, perdón, vamos a tomar “unos calimochos” que somos súper rebeldes. Durante un rato decimos muy alto palabras súper rebeldes como “calimocho”, “porro”, “cabrones”, “amarillo tio...” y “tostado” y a la media hora la gente empieza reírse ya como los teleñecos, abriendo mucho la boca, echando la cabeza hacia atrás y en silencio...

Se acerca una mujer, me agarra del brazo fuerte, me mira con devoción y me dice “te estaba buscando, enhorabuena Elvira, que bien has cantado!”

Y mi conciencia...: corre!!! Ahora no miran... y si miran no ven.
Y mi vecina: Venga, ciao.

jueves, octubre 06, 2005

cuanta razón tenía Jeanette


He recibido muchas críticas a mi último post, ¿qué? Que no os enteráis ¿no?. Me dicen que no se entiende, que mezclo dos temas que no están relacionados. Yo veo la relación perfectamente pero en fin, es cierto que a veces escribo sin demasiado orden y más se parecen mis post a un gazpacho que al desarrollo de una idea o a una historia... preferiría no correr el riesgo de explicarlo y que siga sin entenderse, eso me preocuparía y ¿para que?. Aunque he de reconocer que me jode sobremanera intentar contar algo medianamente intimo y que nadie se entere, o que no quieran enterarse que también puede que se de el caso.

Llevo años analizando pormenorizadamente este comportamiento, del que hablo en el anterior post y usándome a mi misma de concejillo de indias. Comprobando hasta donde se puede llegar con la verdad. Escudriñando comportamientos ajenos para descubrir sus más disfrazadas miserias y hasta donde llega su mentira. Las conclusiones averiguadas hasta la fecha no son reveladoras de nada que no me imaginase, pero tampoco son años perdidos, porque tengo montañas de datos. Esta claro que a pesar de lo que la psicolgía diga de su supuesta “base científica”, tratándose de personas y en concreto de cuello para arriba, no hay ciencia que valga. Pero la evidencia abruma, a mi por lo menos... que me abrumo enseguida.

Esta claro que para este tipo de experimento se necesita tiempo y tacto. No puedo usar siempre al mismo amigo para decirle a la cara cada día lo que pienso de el (y es que a veces pienso cosas horribles...). Algunos, hace ya varios años, me advirtieron “o te callas la puta boca o no te soportamos más tronca” pero dicho con cariño eh!. Esa fue la frase... con mi primera lagrima empezaron a suavizar, pero cierto es que esto empezó a ser un experimento cuando descubrí que no podía controlarlo, al menos del todo, y que ya que me iba a quedar sola como una mona debía, por lo menos, sacarle provecho al tiempo de contacto humano que me quedaba. Como se suele decir vulgarmente “para lo que me queda de estar en este convento, me cago dentro”.

Desde que tengo uso de razón llevo oyendo a mi madre decir que con mis muestras de cariño los amigos no me pueden durar mucho, que controlase esos impulsos de sinceridad o me mandarían a cuenca uno a uno, pero tuvieron que decírmelo ellos para que me parase a pensar un momento.

Cuando llegué a la facultad no era capaz de soportar a nadie, puede que yo sea un poco límite pero es lo que hay. A los 4 años de facultad tenía una amiga y al acabar, es decir, en 6 años, tengo una y media. Pagaría por saber nuestros motes, que pensaban de “esas dos tipas que siempre están ahí solas”, por escuchar sus tontas carcajadas... Pero es que cuando tuve la suficiente confianza con ella, al principio de nuestra amistad, me dijo un día “ no se si lo sabes, pero el día que te conocí casi te suelto una ostia, de hecho me dije a mi misma: como esta tía se siente a mi lado mañana le meto” ... a mi me parece interesante ser capaz de provocar tanto odio.

El caso es que no creo que yo piense tantos disparates, y me refiero tanto a ideas como a comportamientos o actitudes ante la vida (ahí se unen), por lo que mi hipótesis se basa más en que los demás se callan los suyos, o quizá si los piense... A parte de esto se me suma que cuando lo que tengo que decir de alguien es bueno se me cierra el buzón y soy incapaz de decir una palabra...”estamos trabajando en ello”.

Me despido por hoy con disculpas y agradecimientos, por mis burradas y vuestra paciencia, y explicando una vez más que en mi idioma, difícil de soportar, la sinceridad solo demuestra cariño y el silencio, en ocasiones, admiración.

lunes, octubre 03, 2005

Mi hervidero


Ayer me dijeron con voz acusadora que mi peor arma era la cabeza. Cualquiera que me haya visto intuye que mis puñetazos no lo son, ni mis superpatadas, y mi cabeza... si la tuviese arrojadiza aún, pero pegada al resto del cuerpo es inofensiva, por lo menos para vosotros...

La cosa continuó y me dijeron: “si todo lo que pasa por tu cabeza se viese en una televisión, ¿qué pasaría?”, pues muy sencillo, me meterían en la cárcel por depravada, mis padres se horrorizarían, mi hermano se descojonaría, mis amigos, los menos, me retirarían la palabra y los demás tratarían de asesinarme con sus propias manos y seguramente en menos de dos días moriría de un colapso nervioso en medio de un ataque de histeria porque mi subconsciente trataría de censurar el 99% de mis pensamientos. Eso pasaría. Pero vamos a ver...¿eso hace de mi cabeza un arma peligrosa?, mi cabeza es perfectamente opaca, gracias a dios... no tengo conector USB, ni euroconector ni ninguna suerte de enlace con el exterior que no sea mi boca, que abro y cierro a mi antojo. Y bueno, los ojos, que dicen que son el espejo del alma... no sé yo.

La cuestión no es si mi cabeza es peligrosa o no, la cuestión es ¿no lo es la vuestra?...

Hartita estoy de oír ”ya paso pero... te acuerdas el día que me dijo que estaba muy guapa?”, “lo he olvidado pero como se puede ser tan cabrón, ayer me llamó”, bla, bla, bla... ¿a quien tratamos de engañar?, ¿tan malo es reconocer que sigues queriendo?..a un cabrón?, que te ningunea? que nunca te quiso? ...malo si, malo para el orgullo, pensamiento censurado. Eso si que es peligroso, que coexistan en nuestra cabeza sentimientos, intenciones, impulsos...siempre encontrados, que el orgullo, la razón... incluso cosas tan mediocres como lo socialmente aceptado, es más , lo socialmente aceptado por nuestro reducido circulo de referencia nos hagan escuchar cosas como:

“Yo no veo la tele, tidacuennnnn???”, o ese chirriante”cuñiiiiaaaooooo” del típico bohemio de gafas de pasta gorda y americana de pana que sólo dice ver documentales (cierto es que no específica de qué). Por qué conozco tantos casos de gente que sólo escucha a Chenoa en la intimidad de su hogar, cuando se jacta de ser un erudito de la música de calidad (partiendo de una socialmente aceptada crítica al tan sabio “cuando tu vas” que no entenderé nunca), o que canta entre dientes la buleria de bisbal mientras se esfuerza en poner cara de “sacadme de este bar malditos horteras”. Todos esos que a la tercera copa se descamisan, pierden las llaves, la máscara y bailan rumbas hasta el alba, todos esos que por la mañana no saben donde meter la cabeza.

¿No dicen que solo los niños y los borrachos dicen la verdad? ¿Quién baila más con el “devuélveme la vida que melasquitao, que melasquitao” que los niños y los borrachos?

No hablo aquí de qué música es buena o cual mala, ni de si se ha de ver o no la tele, estoy hablando de que le demos al cuerpo lo que nos pide más a menudo, que nos adaptemos a las circunstancias disfrutando de ellas, sin dejar de ser crítico, pero sin que nos afecten las inhibiciones ajenas. Un pensamiento crítico no tiene que ir acompañado de un tio sieso, ni tiene por que estar reñido con una actitud divertida. Pienso seguir bailando a bisbal, cantando a chenoa y queriéndote sin preguntarte si tu me quieres.