Camino a ninguna parte II
Después de un duro trabajo para desenfadar a la Raspa, enfado que no sólo le duraba al día siguiente, sino que me atrevería a decir que se había intensificado, una buena siesta y un nuevo acto de fe, comenzamos con los planes para esa noche.
Quedamos a las 8 para ir a cenar, El Listo había quedado en el bar con Pocholo, Borjamari y Fijaté, total que terminamos cenando en dos tandas porque lo que no puede ser, pues no puede ser y además es imposible. Gran cena y preparados para ir a ver a Mustafá. La visita transcurrió como muchas otras, salto, grito, salto, grito y a ver a Pepe, Pepe es un señor muy amable de sonrisa discreta cuyo fin en la vida es acabar con nuestros hígados. De camino conocí a Julio Sabala que nos deleitó con su imitación estelar...Pako Pil (Fiesta, fiesta, fiesta...), más tarde se cebó de una manera desmesurada, pero esto fue más tarde.
Unas copitas, unas tonterías, conversación aquí, conversación allí, recuerdo borroso para variar, la taberna de Pepe es lo que tiene, y también para no perder la costumbre, nominados y expulsados al alba, lo que nos arrastraba a una de las famosas fiestas vespertinas en casa de El Listo, estábamos perdidos...
Calculo las 6 de la mañana cuando Julio empezó de nuevo con su floreado repertorio “pastillas, pastillas, roj
as verdes y amarillas...” (no recordaba que Pako Pil hubiese creado tantos grandes éxitos, la madre del cordero!) Lo cierto es que lo pasamos muy bien, pero a eso de las 8 de la mañana todo empezó a tener cierto regusto agridulce. Es la hora en que todo pierde sentido, en que las caras se descomponen y las palabras se dejan de medir. Hasta esa hora los piropos de Mustafá se aguantan con estoicismo, a Mustafá le gusta mucho decir cosas, muchas cosas. Y yo como salmón contracorriente.
Popeye apareció en escena, revolucionado, cargado de energía y loco por preparar unas espinacas:
- ¿Tenéis espinacas?
- Si
- ¿dónde están?
- Ahí
- ¿dónde? ¿y están cocidas?- No sé...están ahí
- Las espinacas tardan una hora en cocerse
- Pues cuécelas
- Es que tardan una hora, ¿dónde están?
Cuando Mustafá dijo:
- Pues yo quiero arroz a la cubana!!
- Pero es que voy a hacer espinacas
- Pues quiero arroz y me haces arroz.... (Mustafá es caprichosillo por naturaleza)
Era la una del medio día y esta discusión continuaba, y no exagero. Esta discusión se entrelazaba con otras del tipo “El por qué de las dietas”, “¿cuando Pako Pil dejó de tener éxito y qué fue lo que le llevó al desastre”, “ ¿Es posible encontrarse un canguro en Barcelona?”...”¿Y un elefante?”, “¿tu me quieres?”. En un inciso “Angeles” y yo nos marcamos un karaoke de las Grecas que para mi desgracia quedó registrado en video.
Sobre las 9 o 10 de la mañana el pequeño Musti tuvo un bajón de moral, se sintió triste y desgraciado y la tribu de los pelotas en desbandada acudió a consolarle, ignorantes de que cada vez le hacen más débil con esta actitud, pero en fin... qué puedo hacer yo...

Tuvimos una breve sesioncita de recuerdos, para cerciorarse de que no me iba de rositas, y decidí intentar dormir un poco. Oooooh! Craso error como diría Constantino Romero en “El tiempo es oro”, justo cuando yo decidí dormir se animó la fiesta, Julio retomó, otra vez!!!!! Sus grandes éxitos, pero esta vez en un enfermizo ciclo infinito y acompañado de saltos descompasados que hacian retumbar el suelo.
Eran las dos del medio dia, Musti ya estaba dormido desde hacía rato, y El Listo, Julio y Popeye no paraban de saltar a su alrededor y vocear como borregos, yo estaba en la habi
tación, pero daba igual allí casi era peor porque se unía el eco y se juntaba con el ruido de las terrazas de la calle. Me puse de pie, me volvía a sentar... me tumbé, de un lado, del otro, me tape la cabeza con la almohada, con un pantalón, fui al salón les dije que no entendía nada y recibí un ...”que sosa eres no tía???”, hablaron los bacalaillos, joderse! Volví a la cama, me tiré en el suelo, me encerré en el baño y a las 3 del medio día me calcé mis cholas y salí por patas de allí, deseándoles de corazón...todo lo mejor.
Me costó horrores recuperarme.
FIN(que luego me dicen que no acabo los post)
Quedamos a las 8 para ir a cenar, El Listo había quedado en el bar con Pocholo, Borjamari y Fijaté, total que terminamos cenando en dos tandas porque lo que no puede ser, pues no puede ser y además es imposible. Gran cena y preparados para ir a ver a Mustafá. La visita transcurrió como muchas otras, salto, grito, salto, grito y a ver a Pepe, Pepe es un señor muy amable de sonrisa discreta cuyo fin en la vida es acabar con nuestros hígados. De camino conocí a Julio Sabala que nos deleitó con su imitación estelar...Pako Pil (Fiesta, fiesta, fiesta...), más tarde se cebó de una manera desmesurada, pero esto fue más tarde.
Unas copitas, unas tonterías, conversación aquí, conversación allí, recuerdo borroso para variar, la taberna de Pepe es lo que tiene, y también para no perder la costumbre, nominados y expulsados al alba, lo que nos arrastraba a una de las famosas fiestas vespertinas en casa de El Listo, estábamos perdidos...
Calculo las 6 de la mañana cuando Julio empezó de nuevo con su floreado repertorio “pastillas, pastillas, roj

Popeye apareció en escena, revolucionado, cargado de energía y loco por preparar unas espinacas:
- ¿Tenéis espinacas?
- Si
- ¿dónde están?
- Ahí
- ¿dónde? ¿y están cocidas?- No sé...están ahí
- Las espinacas tardan una hora en cocerse
- Pues cuécelas
- Es que tardan una hora, ¿dónde están?
Cuando Mustafá dijo:
- Pues yo quiero arroz a la cubana!!
- Pero es que voy a hacer espinacas
- Pues quiero arroz y me haces arroz.... (Mustafá es caprichosillo por naturaleza)
Era la una del medio día y esta discusión continuaba, y no exagero. Esta discusión se entrelazaba con otras del tipo “El por qué de las dietas”, “¿cuando Pako Pil dejó de tener éxito y qué fue lo que le llevó al desastre”, “ ¿Es posible encontrarse un canguro en Barcelona?”...”¿Y un elefante?”, “¿tu me quieres?”. En un inciso “Angeles” y yo nos marcamos un karaoke de las Grecas que para mi desgracia quedó registrado en video.
Sobre las 9 o 10 de la mañana el pequeño Musti tuvo un bajón de moral, se sintió triste y desgraciado y la tribu de los pelotas en desbandada acudió a consolarle, ignorantes de que cada vez le hacen más débil con esta actitud, pero en fin... qué puedo hacer yo...

Tuvimos una breve sesioncita de recuerdos, para cerciorarse de que no me iba de rositas, y decidí intentar dormir un poco. Oooooh! Craso error como diría Constantino Romero en “El tiempo es oro”, justo cuando yo decidí dormir se animó la fiesta, Julio retomó, otra vez!!!!! Sus grandes éxitos, pero esta vez en un enfermizo ciclo infinito y acompañado de saltos descompasados que hacian retumbar el suelo.
Eran las dos del medio dia, Musti ya estaba dormido desde hacía rato, y El Listo, Julio y Popeye no paraban de saltar a su alrededor y vocear como borregos, yo estaba en la habi

Me costó horrores recuperarme.
FIN(que luego me dicen que no acabo los post)
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home