La inminente muerte de ese joven crítico de teatro

Ayer tuve el dia gilipollas, podría decir melancólico o gris, pero es que era gilipollas.

Cuando tengo un dia gilipollas suelo recurrir a multitud de sandeces para potenciarlo, eso de regocijarse en las desgracias es lo mejor para superarlas, siempre lo he pensado. Qué mejor que un disco rancio, una caja de fotos, la cama y el cerrojo bien echado para una panzadita de llantos depurativos.
Ayer cambié el disco rancio potenciador de desgracias por el silencio (que últimamente lo prefiero, paso de que me canten) y las fotos por una carpeta antigua, el cerrojo y sobre todo mi cama no tienen sustituto.
En realidad andaba buscando algo que no encontré, unas historias que mi amiga Inma y yo escribíamos en el instituto y que siempre soñamos con publicar, y ahora que la tecnología moderna nos da la oportunidad de hacer realidad nuestro sueño, porque sólo queríamos publicarlas sin ánimo de lucro, pues no las encuentro. Ella asegura que las tegno yo, pero no estoy totalmente segura de eso y me preocupa. Algún dia aparecerán, y ese dia las escribiré aquí, por lo menos el primer capítulo, ilustraciones escaneados incluidos, disfrutabamos como enanas con el asunto... Todo surgió si no recuerdo mal en una excursión, andaban dandonos una charla sobre unos bichitos que se crian en...los garbanzos? vaya, no recuerdo bien, Barroas se llamaban. El caso es que nos encantó su diminuta vida y decidimos darles vidilla fuera de los sacos de legumbre...y mucha que les dimos, estoy deseando encontrarlo para releer, Inma por dios! busca tu también.

Pero eso no fué lo mejor de la noche, o lo peor (por el fracaso de la busqueda). Revisando hojas y hojas encontré todos los papelorios de cuando yo hacía teatro, porque yo lo guardo todo, ya lo dice mi madre que soy como las urracas. Y entre un papelorio y otro aparecen esas hojas del dia del estreno (que era el mismo que el de la última función) en las que como locos nos autografiábamos los unos a los otros, sin más intención que recibir algún piropo gratis, y dado que el pirorpo esta al precio de 1Piropo pues lo que he encontrado no es más que dos hojas llenas de peloteo adolescente, con una salvedad y aquí viene lo bueno.

El dia del estreno de mi segunda obra de teatro, "Bajarse al moro", yo estaba feliz, todo salió bien(dentro de nuestras lamentables posibilidades): los de siempre olvidaron el papel, en la sala hacía un calor infernal, los nervios casi me hacen desplomarme encima del escenario... Eso si, los aplausos tetumbaban allí que daba gusto, una de las mejores sensaciones que recuerdo de la vida son los aplausos, eso se lo tengo que agradecer a mi gran director de teatro Jorge Gallego, que a fuerza de humillaciones me hizo perder el miedo de subirme a un escenario, aunque lo he vuelto a recuperar con creces, esa tecnica vas a tener que depurarla Jorgito. Continúo porque igual no fué él quien hizo que volviese a desconfiar de mi misma.

Siempre he recordado, porque fué duro, que en mi ansia de pedir dedicatorias, se las pedí hasta al apuntador, nunca mejor dicho (al apuntador con mas razón que era el guaperas del grupo). Salimos a celebrarlo al parque de al lado del instituto y allí entre cervezas y panchitos nos fuimos firmando. Te firmaban, leias, te subian los colores, dos besitos y al siguiente, hasta que llegué aun tipo desconocido, como muchos, que me puso "Elena, creo que has sobreactuado, un beso. Pako"........................................................................................................................................................

"eh......ah!" eso creo que respondí, esa puta firmita se me quedó grabada cual navajazo en el corazón, y se acentuó cuando al llegar a casa mi hermano dijo "tiene razón". Han pasado años, muchos, 9! y no he olvidado, de hecho ayer al encontrar las hojas la busqué, lo recordaba todo menos que estaba firmada por un tal "Pako". A pesar del dia gilipollas no puede evitar morirme de la risa, Pako??? Pako??? no puede ser!, no se cómo explicaros quién es Paco. Es el cuñado de mi veci, lo conozco desde hace aproximadamente un año y medio. Por otro lado y por casualidades del ser de barrio es amigo íntimo de mi director de teatro, tachán!!!! el cabrón de la sobreactuación!!. Tenía que haberlo intuído, cada vez que nos vemos nos fundimos a pullazos, era evidente. Total que increible las vueltas que da la vida, todavía estoy alucinando. Vas a morir a collejas Paquito, collejas de cariño, pero vas a morir.

Se acerca la hora de regreso al hogar y por lo tanto publico y recojo, me siento como Carrie Bradsow que emocionante, si tuviese pasta hoy me compraba uno manolos...

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