lunes, abril 11, 2005

"Si no te metes no te dejan"

Hay un cruce de camino a mi trabajo, un cruce que personalmente catalogaría de peligroso, no solo porque esté en Fuencarral, lo que ya alberga un peligro considerable, sino por su estructura. Para quien no sea de por aquí, aclaro que Fuencarral es un pueblo de esos que con el crecimiento de la ciudad se puede considerar barrio. Está al ladito de mi casa, y es donde yo pasé mis...uniformados y humillantes años de colegio, ya daba miedo entonces y no ha cambiado demasiado la cosa, pero de esto os hablaré otro dia (que no es facil hablar de la infancia de una, cuando se ha criado en un colegio de monjas y macarras, curiosa mezcla os lo aseguro, debe ser el único caso en Madrid)

A lo que íbamos, el cruce, The Cruce. No es exactametne un cruce sino una incorporacion muy peligrosa, de esas que son perfectamente perpendiculares a la calle por la que tú vienes y llena de coches que pasan a toda prisa sin percatarse de que tú estas ahí. Bien, pues cada mañana llegados a este punto y después de varios frenazos, insultos gratuitos, serpenteos suicidas entre coches que a su vez serpetean de manera suicida, se me para el corazón. Los primeros dias trataba de negociar con ese mascachapas del asfalto que es mi padre, otra manera de incorporarse: esperando un rato a que se quede libre la calle, aprovechando cuando los coches van lentos y se dan cuenta de que existes...pero no! la manera es METERSE, porque "si no te metes no te dejan", da igual lo deprisa que vengan hacia ti, ya frenarán. Ahora sólo me agarro fuerte, todos sabemos que no sirve de mucho agarrarse fuerte, pero es lo único que puedo hacer por mí misma en ese momento. Una vez incorporados, la ola de pitidos es ensordecedora...cada mañana. Y así con el alma en un puño, con el estómago encogido, llego todos los días a trabajar.

Una vez aquí todo es mucho más relajado, esa calefacción soporífera, la nube de humo negro en la mesa de al lado, y los putos 40 principales a volumen absurdo!, insuficiente para reconocer las canciones, lo que te hace pasarte la mañana con cara de estreñimiento intentando saber qué suena, pero suficiente para provocar un leve pero continuo dolorcito de cabeza. Eso si, tenemos dos potos que regamos con ardor, para que el clima sea más agradable. Potos fumadores claro, de negro.

En fin, por hoy nada más, sólo decirle a Miriam que el trabajo sin ella es menos...es menos. Que nuestro camarero me ha preguntado por ti, que él esta como siempre aunque acaba de salir de una gastroenteritis que le ha tenido de baja 14 dias y que ahora desayuno con mi padre, (hoy ha tenido que aclarar en el bar que yo era su hija porque le miraban como a Michael Jackson) desayuno más rápido.

Vecina te extraño. Chache a ti también.

PD: Ponedme comentarios que siempre motiva ;D, decidme cositas.